La salud es una relación entre tú y tu cuerpo.
Algunas personas pueden ver los alimentos como su refugio en esos días de estrés, cuando todo ha salido mal, pero qué tan saludable es correr por un bote de nieve o tus papas favoritas cuando te sientes mal. La experta en nutrición: Karen Sahagun, nos cuenta un poquito sobre el hambre emocional.
¿Qué es el hambre emocional?
Es una sensación que lleva a comer de manera impulsiva, frecuentemente alimentos calóricos y de escaso valor nutricional.
¿Qué nos vuelve propensos a padecer hambre emocional?
Puede desencadenarse principalmente por sensaciones de aburrimiento, tristeza, soledad o ira, pero también por algunos padecimientos mentales como: depresión, ansiedad o problemas de autoestima.
¿Cómo saber si es hambre emocional o simple apetito?
¿Cómo superar el hambre emocional?
- Identificar nuestras emociones (tristeza, enojo, ansiedad, etc)
- Realizar técnicas de relajación y respiración cuando aparezcan repentinamente esas ganas de comer de manera impulsiva.
- Beber agua antes de cada comida para reducir la ansiedad.
- Comer despacio; para conseguirlo reserva por lo menos 20 minutos para comer.
- No hace falta sentir que tenemos el estómago completamente lleno para parar, nuestro cerebro tarda 15 minutos para enviar el mensaje de que está satisfecho .
- Opta por alimentos más saludables entre comidas, por ejemplo frutas, granos , proteínas , para no llegar con tanto apetito a la siguiente comida.
- Realiza un menú diario de comidas.
¿Hay una edad o momento de la vida donde nos ataque este padecimiento?
No existe una edad determinada para padecerla, pueden desarrollarse en cualquier etapa de la vida , desde la niñez hasta la edad adulta. Se relaciona con nuestro estado de ánimo.
¿Es más común en hombres o mujeres?
Es un padecimiento que afecta a ambos sexos . Sin embargo es más común en las mujeres, pues se estima que el 70% la padece, mientras que en los hombres se presenta en un 50%.
¿Qué hago si detecto que tengo este perfil?
Acude al psicólogo y al nutriólogo para realizar un trabajo en equipo.
Ponerse en manos de un profesional puede aportar muchos beneficios, como por ejemplo ser consciente y comprender que una necesidad emocional no se soluciona con comida.
Es importante saber que se trata de nutrirnos no de llenarnos, la salud es equilibrio entre lo físico y lo emocional.