Te cuento un poquito de mi experiencia en el proceso terapéutico. Aunque este año fue de gran alegría para mi, faltaba algo de lo que me estaba olvidando un descubrimiento en mi, amor Propio
Hola, mi nombre es Ari, tengo 29 años y actualmente trabajo desde casa como asistente en Educación. El año 2020 representó para mi, algo especial pues recientemente me gradué de la Carrera de Desarrollo Humano con una especialidad en Desarrollo en niños.
Aunque este año fue de gran alegría para mi, faltaba algo de lo que estaba olvidando un descubrimiento en mi, Amor Propio.
Abandono Personal
El año 2020 fue para muchos muy difícil, con muchos retos. Principalmente, en el área laboral. Personalmente, me enfrente a muchas cosas. A simple vista consideraba que todo estaba bien, que todo estaba bajo en orden.
Recuerdo el día en que llegó mi título estaba muy contenta de haberlo obtenido, algo que por años me costó mucho trabajo.
Descuide varias cosas con tal de obtener mi título universitario. Cuidado personal, alimentación, estrés etc. Así fue por un buen tiempo. Mis amigos se daban cuenta de que me esforzaba mucho por conseguir mi título. En mis relaciones de pareja, descuide una parte muy importante el de cerrar ciclos.
Mi Descubrimiento
Podemos vivir la vida con una estaca en el pecho que nos funciona como sedante por un tiempo pero al final, tenemos que enfrentar esa herida y convertirla en cicatriz. El escritor, Jorge Bucay menciona lo siguiente:
Cuando el proceso es bueno las cicatrices ya no duelen y con el tiempo se mimetizan con el resto de la piel y casi no se notan pero están ahí. Cuando yo hablo de esto me toco el muslo izquierdo y digo, “acá esta, es la cicatriz de la herida que me hice cuando me lastime.” ¿Me duele? No, ni siquiera cuando me toco. No me duele. Pero si uno mira de cerca la cicatriz está.” (p.115-116).
Es importante enfrentar lo que nos hiere, llevarlo paso por paso, ser paciente con una misma, y al final poder decir, ya no duele mas, ya cicatrizó mi dolor. Obviamente, esto no se consigue haciendolo una misma, tenemos que buscar ayuda.
Enfrentar el dolor
Basado en el artículo llamado, “El impacto de restricciones sociales sobre el ajustamiento después de una ruptura amorosa” por los autores, Abby B. Harvey y Andrew Karpinski detallan la relación entre las limitaciones sociales y la evitación con respecto a la ruptura variaría en función del apoyo social.” (Harvey y Karpinsky 402). Es importante que las personas que pasan por esta etapa de cerrar ciclos, puedan encontrar ayuda con su familia o amigos.
Sin embargo, muchos se rehúsan a contar sus cosas personales por miedo hacer juzgados y a no ser comprendidos. Bajo mi experiencia, no queremos expresarnos por miedo o por sentirnos avergonzados por lo que familiares nos pueden decir, evitamos escuchar comentarios negativos que no muestran ningún apoyo. Muchas veces no logramos encontrar alguien con quien podamos desahogarnos.
Mi aprendizaje
Qué aprendí de mi ruptura amorosa y cómo fue mi duelo. Bueno, lo primero fue enfrentarlo. Mi primer paso fue la aceptación. Reconocer que algo nos hace daño por “muy tonto” que le parezca a los demás.
Como anteriormente mencionaba, yo vivía con una especie de estaca en el corazón. No me permitía sobrellevar el duelo de una relación que yo había terminado hace 10 años. Tuve que enfrentarme al miedo del “que dirán” y buscar ayuda profesional.
El amor propio fue también parte importante de mi aprendizaje. Priorizar mi bienestar, cuidar mi alimentación, hacer ejercicio han sido unos de los recursos que he aprendido en terapia.
Haberme descuidado tanto por un título o no haber puesto atención a mis emociones es perderse en el camino y por ende, me olvide de mí.
Aun sigo aprendiendo más sobre el Amor Propio, se va construyendo poco a poco sabiendo perdonar a una misma, cuidándose y queriéndose mucho.